Entrevista directora American High School
Realmente, Language Kingdom estaba buscando un complemento para los alumnos J1 que al acabar su año escolar se volvían a casa sin un título que homologase su recorrido en USA, más allá de la experiencia. Fue entonces cuando nos sobrevino la idea, como ya ocurría en otras partes del mundo, de ofertar un bachillerato dual con un componente de e-learning, tal y como ya se estaba poniendo en práctica con los propios estudiantes americanos que cursan muchas asignaturas a distancia con un tutor presencial.
Son múltiples y por supuesto depende del enfoque que le demos: desde el punto de vista del centro, del padre o del alumno:
Desde el punto de vista del alumno le proporciona una mejora considerable del inglés a través del uso y la aplicación de las nuevas tecnologías, sin olvidarnos, por su puesto, del intercambio cultural entre países.
Desde el punto de vista de los padres fomenta la madurez, la independencia y la autogestión del alumno, proporcionando al alumno la posibilidad de acceder a nuevos métodos de enseñanza y abriéndole horizontes profesionales y personales que no serían posibles sin este programa.
Y, por último, desde el punto de vista del centro, establecer el programa dentro de su elenco de asignaturas lo unirá a una nueva corriente de estudios enfocados en aportar nuevas herramientas al programa curricular de dicha institución, dotando de mayor sentido los programas bilingües y plurilingües.
No es un sólo requisito, es un compendio, me explico:
– Valores principales: independencia en el estudio, madurez, gusto por los idiomas, un nivel de inglés medio (digamos que alumnos con un 7/10 en su colegio ya tendrían un nivel aceptable) y tiempo disponible, ya que para muchos estudiantes brillantes no es aconsejable seguir cargando una agenda ya de por sí saturada.
– Otros requisitos: un perfil de estudios trasversales, gusto por aprender culturas distintas o estar dispuesto a hablar en inglés (ya que tendrás que hacer exámenes orales y contactar con el tutor). No tener alergia a las nuevas tecnologías 🙂
Realmente, es uno de los diferenciales del programa. Las universidades americanas son muy competitivas y globales, buscan los mejores expedientes, los mejores alumnos con un currículum transversal y lo más completo posible. Por ello, poseer dos títulos de bachillerato (el americano y el español) ya de por sí es una carta de presentación sobresaliente para cualquier candidato a entrar en una universidad de prestigio.
Además de eso, la propia motivación e interés del alumno por aprender desde el punto de vista de la educación americana, la curiosidad por el idioma y la cultura que rodean a los Estados Unidos hace que se valoren en muy gran medida.
Lo fundamental es la disciplina y la organización, ya que como sabemos es un programa de estudios guiado por los profesores pero que requiere de trabajo organizado y constante, por lo que marcarse unos objetivos y luchar todas las semanas por cumplirlos es fundamental.
Cualquier alumno con un B1 del CEFR puede cursar sin problemas el programa, pero siempre que tengas dudas preguntar a los especialistas de AHS o bien a tu mentor en tu colegio.
Es un software vivo que está cambiando constantemente y adaptándose a los cambios tecnológicos. Digamos que es nuestro cuaderno, nuestro papel y nuestro libro, pero con una funcionalidad infinita, desde clases, chat-rooms, videos, textos… Es la referencia de trabajo que debe suplementarse con la ayuda de tus profesores en USA y en España.
Dar a los alumnos la mejor educación y la más puntera es el leitmotiv de cualquier centro educativo; estar a la vanguardia en los idiomas también, por lo que el BDA es una de las soluciones para el colegio. No es la única, ni tiene por qué ser la mejor, pero es un suplemento más para hacer el centro más atractivo para el exterior y hacer que cualquier alumno desee quedarse o acudir al mismo.
Contacto directo, oral assessments después de cada unidad y unos profesores que trabajan para el alumno desde las 3 de la tarde hasta las 11 de la noche de lunes a viernes de manera ininterrumpida. Además, una suplementación por parte de nuestros mentores en el colegio con tutorías semanales, y dos coordinadores desde la central avisando periódicamente a padres y centros escolares de la evolución del alumno, hacen que el seguimiento se convierta en un aliado para todas las partes implicadas.
Que hable con su hijo/a, y que si al alumno/a le apetece y se compromete a ser constante que le anime a apuntarse. Disfrutará de un programa que, cuando mire atrás en el tiempo, se sentirá orgulloso de haber completado satisfactoriamente.
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