Arrancamos el día en la escuela donde los chicos recibieron unas instrucciones básicas, pero tan importantes, sobre cómo comportarse en la cultura irlandesa. Sin antes escuchar la emoción con la que se contaban los unos a los otros cómo había sido esa primera noche en casa de sus «host family».
Para tomar contacto con el pueblo hicimos una gymcana por equipos, recorriendo los diferentes puntos clave de Gorey, con selfies incluidos para corroborar que estuvimos ahí!
A una hora de Gorey el paisaje de Glendalough nos esperaba, sin antes parar a comer ya que después de tanto andar el hambre se iba notando. Tres horas de paseo, pasando por tres lagos y un precioso cementerio de como los de las películas nos llevaron hasta el final de día.
En definitiva, después de este intenso día seguro que a esta hora ya va por el quinto sueño…
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