Todo se acaba… llegamos al último día en Gorey.
En primer lugar tuvimos la presentación de los proyectos sobre cultura irlandesa que los chicos han hecho durante estos días, con entrega de sus diplomas incluida.
Después de comer nos dirigimos a un antiguo colegio del pueblo donde los chicos se volvieron expertos en baile Irlandés. Bueno, quizás expertos no, pero las risas y un buen rato estuvieron garantizados.
Mañana nos despedimos de Irlanda, con visita a Dublin y al conocido museo de Dublinia.
Como se suele decir, los viajes tienen tres partes: cuando se planean, cuando se disfrutan, y cuando se recuerdan. Y estoy seguro de que esta experiencia la van a recordar toda su vida.