¡Hoy hemos tenido un día muy completo en Cambridge! Quedamos en el edificio dónde damos clase, que no es el mismo al que llegamos ayer, por lo que quedamos más temprano de la hora a la que comenzaba la actividad por si alguien se perdía por el camino, pero la verdad es que casi todo el grupo ha sido muy puntual.
Sobre las 9:30 conocimos a Dan, el director del colegio, y a Tom, que fue el encargado de acompañarnos durante el tour de orientación por la ciudad. En el tour vimos algunos lugares interesantes de la ciudad y como Tom es amigo de la gente que trabaja en la tienda de golosinas, nos dejaron pasar y probar unos caramelos. Aunque tenía truco: los caramelos eran de un sabor un tanto amargo. Para gastarles una broma, les pidió que esperaran a que todos tuviesen uno para probarlo a la vez, y como podéis ver en uno de los vídeos que hay más abajo, el sabor no les agradó mucho. Pero el mal sabor de boca se pasó pronto porque la siguiente parada sí fue más dulce. Entramos a un local donde preparan fudge, un dulce muy típico de aquí, y nos dejaron probar algunas muestras.
Al terminar el tour, el colegio nos invitó a comer en un restaurante que hay justo enfrente del aulario y los chicos pudieron elegir entre una gran variedad de pizzas, bocadillos y pastas. Después del almuerzo, empezaron las clases de inglés en las que están separados en dos grupos distintos.
Tras las clases, nos dirijimos hacía la siguiente actividad: ¡una tarde en la bolera! Pudimos jugar una partida por equipos y en el mismo local donde estaba la bolera también había máquinas recreativas y sitios para comer, por lo que nos quedamos por allí un rato para que los chicos pudieran divertirse un poco antes de volver con sus host families.
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