¡Hola!
Aquí Diana contándoos como ha sido nuestra travesía hasta llegar a York.
A las 7:30 estaba todo el mundo en el aeropuerto de Loiu, maleta en mano y mochila al hombro. Cargadas/os también de nervios y sueño, pues el madrugón fue interesante…
Tras la presentación por mi parte y unas breves explicaciones, tuvimos que resolver los típicos problemas: documentación que falta, una maleta que se rompe, un documento que desaparece… ¡Lo normal! Hehe.
La buena noticia: todo el mundo facturó la maleta de mano y nos olvidamos de los inconvenientes con los líquidos y demás en el control.
La mejor noticia: las azafatas me felicitaron por lo majo que les parecía el grupo y así se lo hice saber a alumnos y profes, pues estoy totalmente de acuerdo.
Una vez pasados todos los controles (saca pasaporte, guarda pasaporte), tuvimos tiempo de explorar el aeropuerto, ir al baño, comer, tomar algo en el Starbucks…
El vuelo fue movidito. No nos llegaba con los nervios que aún por encima aguantamos turbulencias y vivimos un emocionante intento de aterrizaje ya que hacía muy mal tiempo en Manchester. A la segunda fue la vencida, ¡hasta le aplaudimos al piloto y todo!
Nuestro conductor de autobús (Brian) nos hizo esperar, pues estaba en la terminal 3 y nosotros en la 1. Hubo quien usó una aplicación para mostrar en la pantalla de su móvil el mensaje de «Where is Brian?» Hahaha. Finalmente apareció y resultó ser el conductor más majo y prudente de Inglaterra.
Al llegar a York, estaba esperándonos Jake para acompañarnos a la escuela, donde pudimos relajarnos (un poco) mientras nos venían a buscar nuestras familias inglesas. ¡Todas parecen encantadoras!
Aquí podéis ver algunas fotos de lo vivido hoy.
Mañana va a ser un día interesante, pues hay que llegar a la escuela a las 9 a.m. para la presentación…
Good night to everyone!
Diana.
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