Hoy nos despedimos de nuestras clases de inglés aquí en Edimburgo. El colegio nos preparó una pequeña celebración en la que nos mostraron una presentación con las fotos que nos hemos hecho a lo largo de la semana. Después nos hicieron entrega de los certificados del curso y nos enseñaron un cántico escocés para despedirnos.
Al salir de clase, paseamos por una zona llamada Dean Village que estaba muy cerquita de la escuela y que parecía estar sacada de un cuento. Después hicimos una parada por el centro para comer y comprar los últimos souvenires antes de subir al mirador de Calton Hill, donde corría tanto viento que era difícil hasta caminar.
Tras esta actividad nos esperaba una sorpresa: los chicos pudieron disfrutar de una partida de bolos. Al principio no a todo el mundo le entusiasmaba la idea porque nunca habían jugado, pero una vez dentro de la bolera nuestros chicos demostraron que pueden con todo. Tras la partida algunos siguieron jugando a las máquinas recreativas que había en el local y aprovecharon para dar el último paseo por la ciudad y cenar algo con sus amigos antes de volver con las host families para preparar el equipaje y despedirse.
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