¡Buenas tardes familias!
¿Qué tal estáis? ¡Nosotros muy bien, disfrutando!
Ayer empezamos la mañana con una prueba de fuego: llegar a la escuela en transporte público. Aunque algunos llegaron un poco más tarde de lo programado, en general todos lo hicieron muy bien y llegaron a la escuela a la hora prevista. Nos vamos familiarizando poco a poco con el Google Maps.
Sobre las 10 nos fuimos con Anastassia a conocer la ciudad de Cambridge ya que el martes estábamos demasiado cansados y no tuvimos tiempo para ello. Visitamos los distintos colleges y recorrimos Trinity Street donde no pudimos evitar pararnos varias veces a fotografiar todo. Demasiado bonita como para no llevarla con nosotros en nuestro móvil.
Al finalizar, nos fuimos a la escuela a comer y adivinad qué teníamos ¡Pizza del Domino’s! Se les iluminó al ver a Dan (otro trabajador de la empresa que nos cae genial) llegar con las cajas y les falto tiempo para echarse encima de él cual leones a por su presa jajaja. Había hambre que aquí desayunamos pronto.
Con el estómago lleno tocaba ir a clase, menos mal que aquí no son como las del instituto y se pasan rápido al enfocarse más en la comunicación que en estudiar gramática y vocabulario. Les dividieron en 3 grupos y se fueron con sus respectivos profesores a sus aulas. Algunos aprendieron a decir que no de manera educada y a desenvolverse en distintas situaciones, muy práctico y útil para la vida real.
Las clases están divididas en tres sesiones con dos recreos de por medio en los que Dan nos trajo unas chocolatinas de merienda. No nos podemos quejar la verdad, no nos cuidan nada mal.
A las cinco y cuarto les volvimos a poner a prueba, había que llegar a casa a tiempo para cenar y para ello teníamos que coger el bus que nos correspondía. Salvo algunos que lo cogieron en dirección contraria y otras que no encontraban la parada, no hubo más problemas. Se nos olvida a veces que conducen por el otro lado.
Ya en casa aprovechamos a estar con las familias y cenar con ellas que el día anterior estábamos muy cansados y no nos apetecía interactuar tanto, el cansancio podía con nosotros.
Y hasta aquí nuestro día, esperamos que el vuestro haya ido muy bien.
Un saludo,
María
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