Estimadas familias,
¡¡Por fin en Bray!!
Ayer hemos tenido un viaje tranquilo, aunque el avión llegó con una hora de retraso. En el aeropuerto de Dublín, nos esperaba el conductor de nuestro bus privado y tardamos unos 40 minutos.
Al llegar a Bray, todo listo para ir a conocer esta bonita ciudad, de la mano de Jennifer, una de las profesoras de la escuela.
Dimos una vuelta por los sitios más emblemáticos y acabamos en la playa.Fue el primer contacto de los chicos para saber cómo moverse por aquí.
Luego volvimos a la escuela , donde estarían sus host families, esperando para darles una calurosa bienvenida. Los chicos estaban nerviosos por conocer su nuevo hogar toda la semana. Poco a poco los estudiantes se fueron yendo con sus familias a sus casas correspondientes. Y a cenar.
Esta mañana despertamos en este nuevo lugar, un buen desayuno y listos para empezar el día.
Hoy hemos quedado en la escuela temprano, para así poder charlar un poco y asegurarnos de que todos estaban bien y felices con sus familias. Y así es, todos nos han dicho que están contentos, así que con buenas noticias a empezar sus primeras clases. Les dividieron en dos grupos, dependiendo de su nivel y para que sean grupos pequeños, y tengan la atención personalizada que necesitan para mejorar su inglés.
Por la tarde, nos fuimos a Dublín. En este caso tocaba conocer esta hermosa y cosmopolita ciudad. Primero hemos hecho un tour por el centro donde hemos conocido algunos de los lugares más turísticos de la cuidad. Dave, nos contó la historia y detalles de la cultura irlandesa.
Continuamos con la visita a la parte medieval de la ciudad. Dónde están algunos de los monumentos destacados, como el castillo de Dublín.
Más tarde, entramos a Dublinia. Un museo con muchas actividades interactivas donde los chicos pudieron conocer la historia de Dublín de una forma muy divertida. Se pudieron probar cascos y trajes de las diferentes épocas y también jugar a los juegos que jugaban entonces.
Después de este día completo, todavía les quedaba energía, así que fuimos dando un paseo hacia el otro lado del río Liffey y tuvieron tiempo libre por la calle más transitada de la ciudad, O’cconnel street.
Desde allí a la estación a coger el tren y para Bray, todos a cenar y descansar.
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