Paula MP. en EEUU- El principio del fin
Compartimos con vosotros un relato de la experiencia de Año Académico en EEUU de una de nuestras antiguas estudiantes del J1: Paula MP.
Le propusimos escribir un blog contando su experiencia durante su estancia en Estados Unidos y esto fue lo que nos contó poco antes de volver. A continuación, compartimos de forma integra su relato. ¡Estad atentos a próximas entregas para conocer más sobre su experiencia!
Paula MP poco antes de regresar de su experiencia de Año Académico en EEUU:
«El principio del fin»
Dicen que tienes suerte si echas de menos, porque eso significa que valoras lo que tienes y por tanto tienes miedo de perderlo; echar de menos significa querer, y eso es un sentimiento que no todo el mundo tiene el privilegio de experimentar a los niveles a los que nosotros lo vivimos.
Este intercambio no es lo que anuncian en las páginas web ni lo que cuentan en las orientaciones, es mucho más que eso y es distinto para cada persona.
Podría simplemente usar ese slogan con el que todos nos identificamos: “No son 10 meses de tu vida, sino una vida en 10 meses.” Es cierto; yo cree mi propia rutina; empecé de cero. Pero yo creo que esto va más allá de madurez e independencia; va sobre crecimiento personal.
Es muy complicado transmitir todo lo que hay en mi cabeza sin perder detalles. Y es duro encontrar un lugar que se siente hogar, donde me aceptan y me quieren tal y como soy pero que también me ayudan a ser mejor persona y que este pequeño paraíso se encuentre al otro lado del océano.
Vine a Estados Unidos pensando que era una persona de mentalidad muy abierta, que no necesitaba saber más; que yo tenía razón y ellos no. Me equivoqué; siempre se puede aprender más y las mentes abiertas no tienen límite de almacenamiento, lo cual es fascinante. Pasé de ser agnóstica a bautizarme; de dar todo por regalado a ser agradecida; de compararme a crear mi propia realidad; de sentirme como una jugadora más del deporte a buscar mi lugar (sin tener que pisotear a nadie) y hacerlo mío. A creer en mí misma.
Pero esto no lo he conseguido sola; esta Felicidad es gracias a la gente de aquí; desde los «good morning Singer Hornets«, los entrenos, los cambios de clase o los bailes; hasta las conversaciones profundas a las 12 de la noche, los «ride arounds» o los “¿Te paso a buscar y vamos a por comida?”. Son pequeños detalles, que poco a poco se van convirtiendo en amistades y estas se hacen importantes e imprescindibles.
He encontrado mi Fe ya no solo en Dios sino en mí misma, y en que puedo conseguir lo que me proponga si me esfuerzo.
Siempre vi el momento de irme como algo muy lejano y que no dolería tanto. Qué ingenua yo.
Mi año empezó con una familia, un estilo de vida caótico y muchos niños. En esta primera etapa, conocí a mi hermana Suim, de la que aprendí que no debo conformarme con lo que tengo pero que hay que ser agradecida a la vez. Me volví a enamorar del baloncesto y de algún que otro americano. Entendí que no puedo ser amiga de todo el mundo por muy buenas intenciones que tenga. Aprendí a ser autosuficiente y ordenada.
Pero fue en esta segunda etapa donde más lo noté. Fue de pleno descubrimiento. El proceso de cambio de familia fue extrañamente rápido y fácil, como si estuviese destinado a pasar. Los HARDWICK (mi hostfam) y los HEXT (mis abuelos) se han convertido en mi segunda familia global y en la primera en EEUU. Me trataron como a otra hija/nieta, mimada, nunca dudaron de mi palabra y ni siquiera me preguntaron sobre mi familia anterior; me acogieron porque vieron que necesitaba ayuda y me abrieron su casa. Tienen un corazón de oro.
Los últimos tres meses se me pasaron tan rápido que nada parecía verdad; supongo que es lo que tiene cumplir tus sueños pero también es una bofetada de realidad, porque esto se acaba y no puedes hacer nada por detener el tiempo.
Siento que he aprovechado cada segundo de estos 10 meses, pero siempre me hago la misma pregunta: ¿y si hubiese tomado una decisión distinta en un momento determinado? Todo hubiese sido tan diferente. Aún habiendo vivido tanto bueno como malo, si me diesen la oportunidad de volver al principio, lo haría infinitas veces.
Como no pude hacer todas las cosas que teníamos planeadas debido a nuestro querido coronavirus, me reservo la diversión para la próxima vez que pise esas tierras.
De ahí el título: esto solo es el principio de una amistad y una familia que durará para siempre.
Este blog me ayuda a recordar y es por eso que esta no será la última vez que sepáis de mi.
Al final de la página podréis encontrar un vídeo de este gran año aunque los mejores momentos son aquellos que no están grabados.
Odio las despedidas así que hagamos de esto un hasta pronto, esta vez desde España.
Os espero en el siguiente capítulo.
Paula – Experiencia de Año Académico en EEUU