Hola a todos, familia!
Ya hemos acabado nuestro cuarto día en Cambridge. Bueno, más bien en Londres, que ha sido nuestro destino de hoy.
Hoy hemos tenido que levantarnos un poco antes de lo normal, porque nuestro bus salía a las 8:30 desde nuestra escuela a Londres. Y cuanto antes vayamos, más tiempo vamos a tener para disfrutar esta preciosa ciudad. The more, the merrier. Así pues, a las 8:45 ya estábamos todos en el bus listos para marchar, que claro, recién levantados, en un viaje de hora y media y con el sol en la cara, estaban casi todos los alumnos o durmiéndose o al borde de hacerlo. Nada que ver con la vuelta a Cambridge, que venían con las pilas cargadas de Londres.
Así, hacia las 10:15 ya hemos llegado a Londres, que además el conductor nos ha dejado al lado del London Eye, donde hemos parado para hacernos muchas fotos. ¡Vaya monumento! Es enorme, y después de cruzar el río Támesis, nos hemos quedado justo debajo del London Eye y es mucho más grande de lo que podéis imaginar. Mide 135 metros, pero en persona impresiona más. La guía también nos ha contado cosas divertidas, como que tiene 32 cabinas pero los números van de la 1 hasta la 33. ¿Alguien sabe por qué? Pues porque decidieron omitir el número 13 al estar asociado a la mala suerte, así que después de la cabina número 12 viene la 14. Bueno, mejor hacerlo así por si acaso…
Después de esta parada nos hemos dirigido al Big Ben y a la Abadía de Westminster. Que por cierto, ¡vaya suerte han tenido los chicos! No sé los años que lleva el Big Ben en obras y sin poderse ver bien el reloj, pero ya han acabado y han podido disfrutarlo. Además, al lado del Big Ben había una estatua de Winston Churchill, y la guía nos ha contado una historia muy divertida sobre ella.
Churchill decía que cuando muriese no quería que se le hiciese una estatua en su honor, ya que entonces las palomas pues bueno… ya se sabe lo que le harían en la cabeza. En cualquier caso, después de fallecer le hicieron una estatua a su nombre, pero todos los días pasan a limpiarla y a quitar los regalitos que las palomas le hayan podido dejar a lo largo del día.
Después hemos pasado por St James’s Park, que la guía nos ha contado que antes era un parque privado de la Corona, pero afortunadamente ya no lo es, por lo que hemos podido disfrutarlo y ver a algunos de los animales que viven en él, como por ejemplo los patos, que además hemos tenido una imagen muy bonita de la mamá pato llevando en fila india a sus patitos. También hemos visitado Buckingham Palace, que nos ha dicho la guía que si la bandera estaba levantada, esto significaba que el rey estaba dentro. Y hoy estaba así la bandera. ¿Nos habrá visto?
Hemos finalizado nuestro tour en Trafalgar Square, una enorme plaza que además es muy bonita, con unas estatuas de leones enormes, en honor a la batalla de Trafalgar. A partir de aquí, hemos tenido algo de tiempo libre que hemos aprovechado para visitar algunas tiendas de Londres, que no son pocas las que hay.
La verdad es que Londres es una ciudad que u odias o amas. Es indudable que Londres ofrece literalmente todo lo que uno pueda imaginar habido y por haber, con todo tipo de oferta cultural, gastronómica y de todo tipo. Y también es verdad que tiene unos lugares preciosos y muy famosos, pero eso mismo también hace que sea prácticamente la ciudad más importante de Europa, y a alguno le ha parecido muy estresante ver a tanta gente en la ciudad. Todo esto obviando que estamos en mayo, que era sábado y el increíble buen tiempo que nos ha hecho (muchos hemos ido en manga corta. En Londres. EN LONDRES. MANGA CORTA).
Después de todo, hemos tenido un viaje de vuelta bastante tranquilo, a pesar de que había algo de atasco para salir de Londres (como siempre en esta ciudad), y ya cada uno ha ido con su host family para reponer fuerzas, que mañana tenemos otro tour por aquí. Ahora ya sí, ¡que descanséis!
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