No puedo empezar esta entrada más que con esta frase: vaya día. Se acerca el final de este viaje, y eso le da una carga emocional a todas las actividades que hemos hecho en estos últimos días. Hemos terminado esta experiencia con el viaje a Brighton esta mañana. La vibra de Brighton era muy distinta a la de Londres: era una ciudad de costa que resaltaba y se sentía orgullosa de ser excéntrica, como sus distintos monumentos demuestran. Primero dimos un paseo por el muelle, acompañados por la monitora Alyssa, quien nos habló de la relevancia de cada monumento, desde casas al revés, muelles quemados hasta los palacios orientales en la ciudad. Aunque hacía mucho sol, la brisa era implacable cerca del mar (y os lo digo yo, que he vivido en Cantabria), por lo que nunca nos quitamos las chaquetas. Al llegar al jardín del Royal Pavillion, nos acostamos un rato en el césped y comimos.
Después de la visita turística, nos acercamos al centro comercial Churchill Square, para que todos pudieran hacer sus últimas compras de regalos. Sin duda alguna, una de las compras más singulares fue por parte de Candela, quien quiso comprar papel film para embalar su maleta, pero no se dio cuenta de que había comprado dos rollos de papel de horno. Las risas, como pueden imaginar, no faltaron. Terminamos el viaje en el muelle de Brighton, que estaba lleno de máquinas recreativas, atracciones y comida. En esta parte del viaje seguí al grupo de Sol, Juan, Carlos e Inma, que habían diseñado un sistema para ganar fichas que les hizo acumular 1061 unidades. Con ese botín, compraron regalos para Bárbara, para ellos y también para mí, algo que agradezco muchísimo.
Regresamos a casa cansados, nostálgicos, pensando en nuestro regreso mañana. Para asegurar que todo estaba en orden, pasamos después de la cena por las casas de todos los alumnos para verificar el equipaje. Aunque había agendada una actividad de ver una película, todo el campamento decidió aprovechar esta noche para relajarse, despedirse y abrazar a todas esas nuevas amistades que hicimos en este viaje. Os mando las fotos, seguramente estéis también con ganas de tener a vuestros hijos en casa. Este blog ha sido diseñado, con todas sus imperfecciones, para poder establecer ese contacto con vuestros hijos y poder compartir un poquito de todo este viaje tan hermoso. Os mando un saludo, nos vemos mañana.
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