En este último blog, os contaremos lo que hemos hecho los últimos días de nuestro viaje.
En primer lugar, el lunes 10 de julio, retomamos las clases después del fin de semana, para después irnos a explorar la ciudad de Bugibba y disfrutar de esta ciudad costera hasta las 4, acompañados de todos nuestros compañeros internacionales de clase y de la residencia. Después, a las 4 y media nos volvimos a la residencia para descansar y a las 6 cenar, para luego prepararnos bien e ir a una fiesta también con todos nuestros compañeros internacionales al “Numero Uno”.
El martes 11 de julio, nos fuimos a Saint Julians, para pasar un rato en el centro comercial y después irnos a la piscina para disfrutar de la Pool & BBQ, donde nos bañamos en la piscina y comimos una hamburguesa hecha al grill. A las 8 nos volvimos a la escuela donde estuvimos hasta las 11 jugando a juegos de mesa y al ping pong con todos nuestros compañeros internacionales. Jugamos a juegos como el trivial, las cartas o el Uno.
El miércoles 12 de julio, nos fuimos a Ghajin Tuffieha beach a pasar la mañana en la playa, bañándonos en unas aguas bastante cristalinas, donde algunos de los chicos se animaron a hacer paddle surf, donde bordearon uno de los acantilados cerca de la playa y disfrutaron de unas vistas espectaculares. A las 4:30 volvimos al hotel para ducharnos y descansar hasta las 6 que fuimos a cenar y nos preparamos para irnos a visitar Valetta, donde nos dieron un tour guiado por la ciudad y nos dejaron algo de tiempo libre para explorarla por nuestra cuenta.
Por último, el jueves 13 de julio, tuvieron su última clase donde les entregaron sus certificados de la escuela, para luego venir al hotel y disfrutar de unos helados al lado de la piscina con todos sus compañeros internacionales. Después de la piscina, nos fuimos a cenar a un restaurante de comida típica maltesa, aunque algunos prefirieron irse a la fiesta de la escuela.
Y aquí nos despedimos familias. Lo bueno siempre se acaba, pero esta experiencia quedará para siempre en sus recuerdos. Esta aventura les ayudará a madurar y a abrirse al mundo.
Por nuestra parte nos despedimos, y esperamos que nuestros caminos se vuelvan a cruzar.
Hasta la próxima, Iván y Melisa.
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