Un día más en nuestra andadura descubriendo territorios ingleses. Esta vez le tocó el turno a Hengistbury Head.
Después de una mañana «movidita» de clases tomamos el autobús para descubrir una de las bellezas naturales de Inglaterra.
Hengistbury Head es un lugar fascinante no solo por su amplia variedad de hábitats sino también por su arqueología y geología de importancia internacional. Estos diversos hábitats crean hogares para más de 500 especies de plantas, 300 tipos de aves, una excelente variedad de insectos, reptiles y pequeños mamífero entre ellos los sapos corredores (una de las criaturas más raras de Gran Bretaña). Las impresionantes formaciones geológicas de esta colina guardan secretos de miles de años con características que datan desde finales del Paleolítico.
Hengistbury Head tiene diferentes playas todas ellas relativamente vírgenes orientadas al sur, con imponentes acantilados de arcilla y piedra de hierro. También encontramos playas de arena suave como Mudeford spit en la que pudimos disfrutar de un poco de tiempo libre para inspeccionar la zona.
Hengistbury Head es una reserva natural bordeada por las famosas y coloridas cabañas de playa, alberga más de 300 cabañas de propiedad privada, que se encuentran entre las más caras del Reino Unido con un precio de venta de 1 millón de libras. Las cabañas miden alrededor de cinco metros, no tienen agua corriente y al ser una reserva natural esta prohibido pasar la noche. A pesar de estas restricciones, el área se ha convertido en una de las más deseables del Reino Unido.
Después del paseo por la reserva natural nos fuimos a cenar con las familias rápidamente porque a las 19.30h teníamos Quiz night, es decir noche de juego, donde pasamos un buen rato todos juntos.
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