¡Buenas tardes!
Acabamos de llegar por última vez a nuestras casas aquí en Cambridge después de un día maravilloso en Londres. ¡Además hemos tenido muchísima suerte! Se suponía que iba a llover, pero no ha caído ni una gota.
Esta mañana nos encontramos a las ocho en punto frente a la estación de policía de Cambridge para coger el autobús que nos llevaría a Londres y recoger el packed lunch, que nos ha traído muy amablemente Hamdi (el encargado de la cafetería del St. Giles).
Al llegar a Londres nos encontramos con nuestra guía, Melissa, que era magnífica. Es una de las guías oficiales de la ciudad de Londres, así que sabe una barbaridad de cosas.
Empezamos el tour dando un poco de rodeo, porque hoy era la maratón junior de la ciudad de Londres (que también nos paramos a ver un ratito), y muchas calles estaban cortadas.
Primero fuimos a Horse Guard Parade, donde vimos a los guardias montados en caballo con sus característicos uniformes y pudimos sacarnos unas fotos con ellos. Desde ahí, caminamos hasta la Abadía de Westminster, las casas del Parlamento y el Big Ben, donde quienes quisimos nos sacamos fotos en una de las famosas cabinas rojas con la Torre de Isabel de fondo. Luego, pasamos por Downing Street (aunque desafortunadamente no tuvimos la suerte de ver al primer ministro) de camino al Parque de St. James.
En el parque paramos media horita para comer (y, como debe ser, jugar un rato al fútbol), y nos deleitamos viendo la fauna local. Ardillas, patos, cisnes… ¡Hasta pudimos ver los pelícanos del Rey Carlos II! Gargi, Isla, Tiffany, Sun, Moon y Star (esos son sus nombres) dejaron la timidez a un lado y posaron para nuestras fotos con mucha alegría.
Después, fuimos hasta el Palacio de Buckingham y tuvimos unos minutos para fotos. A continuación, cruzamos Green Park y atravesamos Trafalgar Square (donde también había un festival, ¡hoy estaba Londres repleto de eventos!) para llegar a Piccadilly Circus. Allí establecimos un punto de encuentro antes de tener dos horas de tiempo libre para disfrutar de las tiendas, actuaciones callejeras y mercadillos que llenan esas calles.
Y, por supuesto, ¡sorprendimos a Alberto con una tarta y una tarjeta por su cumpleaños! Todos sus compañeros le cantaron el Happy Birthday y le entregaron la tarjeta firmada por todos (y todas 😉 ).
Ya luego volvimos al bus para hacer las dos horas de camino de vuelta a Cambridge. Al llegar, nos fuimos a casa para acabar de preparar las maletas y descansar un par de horas antes de tener que irnos al aeropuerto. ¡En menos de un día ya estaremos de vuelta! ¡Qué ganas de veros a todos!
Os dejo las últimas fotos ;).
– Nerea
Deja una respuesta