¡Llegó el día de nuestra salida hacia Irlanda! Lo primero fue el encuentro en el aeropuerto de Madrid; todo muy bien porque todo el mundo fue puntual y al llegar allí sólo hizo falta echar un ojo rápido para detectar a nuestros chicos, que estaban cerca del mostrador de facturación con caras de ilusión y esperando para comenzar nuestra aventura.
Pasamos por el procedimiento habitual de control de seguridad y nos dirigimos a la puerta de embarque. A la llegada a Irlanda en el aeropuerto de Dublín, nos encontramos con personal de la escuela donde nuestros alumnos van a estudiar esta semana. La persona asignada nos llevó hasta nuestro bus, al cual nos subimos para dirigimos a nuestro destino. Después de un viaje corto hasta Bray, las host families nos estaban esperando; después de conocer a una de las responsables de la escuela, cada grupo de alumnos se fue con su host family correspondiente. Hubo tiempo para charlar con ellos, cenar, para después irnos todos a descansar.
Hoy viernes comenzamos con las clases y las primeras actividades. Por la mañana hemos tenido casi 4 horas de clases, y después de comer el packed lunch, hemos puesto rumbo a Dublín para nuestra actividad prevista de hoy, la visita a Dublinia. Se trata de un museo donde se puede aprender cómo ha cambiado Dublín a lo largo de la historia, desde su fundación por los Vikingos en el año 841 hasta la época medieval.
El museo está dividido en dos plantas; en la primera se puede aprender sobre cómo los Vikingos fundaron la ciudad y cómo vivían. En la segunda se puede observar los entresijos de la Dublín medieval, con sus batallas y reyes incluidos.
Un museo que además es muy interactivo, te podías probar ropa de los vikingos, escribir lo que quisieras con el código de las runas vikingas y llevártelo a casa como recuerdo…un museo donde además de observar, se podía tocar y probar cosas (como instrumentos, por poner un ejemplo), sin duda muy recomendable.
Finalmente, y ya que estábamos en Dublín, hemos aprovechado para quedarnos a cenar allí en la zona más característica de Dublín, el Temple Bar. Hemos cenado en Merchants Arch, un sitio enorme con vistas al famoso Ha’penny bridge, donde los alumnos tenían la opción de disfrutar de una cena típica irlandesa; hay que decir que la mayoría se ha decantado por algo más seguro como la cheese burger.
Ha sido un día lleno de actividades, pero ahora toca descansar para mañana volver a disfrutar como hoy. ¡Hasta mañana!
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