Hola a tod@s!
Esta última publicación me ha costado demasiado escribirla, ya no solo por el agotamiento que arrastraré estos dos próximos días, sino por la tristeza que me causa el haberme tenido que despedir de personas tan estupendas.
Podéis pensar que esto sea el típico cliché de todo monitor al finalizar un viaje, pero os puedo asegurar que se queda un vacío emocional inmenso del que costará recuperarse. Lo hemos pasado taaaaan bien, nos hemos reído y aprendido tanto que es inevitable no emocionarse recordando todos esos buenos momentos. He tenido una suerte increíble de poder coincidir con gente tan estupenda como han sido los propios alumnos, profesores, coordinadores y también staff del Melton College.
Pero ahora, sin más dilación, procedo a comentaros un poquito el día de ayer, que ha sido, como no, de lo más variopinto.
Todo comenzaba con la llegada de los estudiantes a su último día de clase. Han estado con Jake hablando de la historia del chocolate en York y de cómo sus cuatro grandes industrias chocolateras surgieron y se desarrollaron, al mismo tiempo que aprendían vocabulario y algunas expresiones. También han estado hablando y debatiendo cuestiones tan relevantes como la importancia de ser honesto y el porqué mentir nos perjudica tanto.
Las clases se han desarrollado a la normalidad, habiendo salido un poco antes de lo normal para comer y dirigirnos al transfer que nos llevaría al aeropuerto. Trayecto que se ha pasado volando, en parte, gracias a las DJ del fondo que nos han puesto temas de lo más variopintos.
Los controles del aeropuerto se han hecho eternos, a muchos nos han parado y ha hecho que nos retrasemos un poco, causando un poco de estrés en algunos de nosotros (nada que no se haya podido solucionar con un gran abrazo y el cariño de nuestros compis). Una vez llegamos a la terminal, la noticia sobre la huelga aérea de Francia nos volvió a dejar un poco consternados ya que significaría esperar más tiempo en el aeropuerto y llegar algo más tarde a casa. Pero la búsqueda del teléfono perdido nos ha dejado bastante entretenidos y es que como he comentado al principio del blog, ha pasado de todo (sí, el teléfono apareció). El vuelo fue genial y las ganas de pisar suelo español también fueron grandes.
Por último, daros las gracias a los que habéis estado leyendo el blog y a los estudiantes por su amor y cariño incondicional. Sin duda les echaré muchísimo de menos, y por supuesto, estaré listo en cualquier otro momento para una revancha a los bolos!!!
Un abrazo muy grande!!
Os quiere vuestro monitor,
Sergio