Tras un buen madrugón y muchos nervios por el viaje, nos embarcamos rumbo a Canterbury, para muchos ha sido su primera vez viajando, para otros no tanto, pero entre todos han hecho un viaje maravilloso.
Tras aterrizar en el aeropuerto de Stansted, un bus nos ha llevado hasta la escuela y residencia en Canterbury, el Chaucer College, donde nos ha recibido una encantadora Kelly, la encargada de la parte académica del programa, y un maravilloso Miles dispuesto a ayudarnos con todo como apoyo del centro.
¡Llegamos con hambre! Por lo que lo primero que hemos hecho ha sido comer una buena comida antes de que Kelly nos presentase el centro, las normas y nos hiciese un tour por las instalaciones para terminar el recorrido yendo a conocer e instalarnos en las habitaciones.
Hemos disfrutado del resto de la tarde con tiempo libre, que han empleado en descansar, instalarse y sobre todo ¡en jugar! Las instalaciones disponen de mesas de ping pong, futbolines, billares y air hockey, además de juegos de cartas, ajedrez y balones varios.
Aquí se cena muy pronto, así que la hora de volver a comer llega rápido con un menú completo y sabroso, para dar paso a un ratito de reposo antes de iniciar la actividad de la noche, un Scavenger Hunt de preguntas, o lo que es lo mismo, una gymkana sobre el Chaucer College que han disfrutado mucho y han hecho muy bien. Los que mejor lo han hecho ¡han tenido premio! unas chuches que siempre se disfrutan.
Ahora nos toca ir a dormir, mañana nos espera el test de nivel, las primeras clases, visita a la ciudad y por supuesto, actividad nocturna también.
¡Buenas noches!
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