Sin duda, la música y las historias son una parte fundamental de la cultura y la tradición de la isla. Ya descubríamos el segundo día que nuestro punto de encuentro justo al lado de la escuela, ¡no es otro que la estatua de Luke Kelly! Un cantautor venerado en la isla por liderar uno de los grupos irlandeses más internacionales y que elevó la música tradicional a la máxima potencia.
Pero es que la cosa no queda ahí. En el teatro principal de la ciudad fue donde el mismo Luciano Pavarotti comenzó su carrera y donde se celebró el festival de Eurovisión en una de sus pasadas ediciones. No es poco habitual encontrar músicos y cantautores representando sus obras a pie de calle… pero es que hoy nos han ayudado a sumergirnos de pleno en el espíritu irlandés con un concierto de música tradicional y unas clases de baile que nos ha hecho brincar y bailotear para cerrar el día. ¡Y qué risa hemos pasado a ritmo de folk!
Las historias y los escritores irlandeses también han marcado las calles de Dublín y a sus lugareños, en especial James Joyce y Oscar Wilde, siendo algunos pasajes de sus obras fáciles de encontrar grabados a pie de calle, junto al río y a la vuelta de cualquier esquina. Y las estatuas que los representan, sus lugares de residencia… todo ello enmarcado en este ambiente entre frío y misterioso que genera la climatología irlandesa. Estas y tantas otras son algunas de las cosas que estamos aprendiendo sobre la ciudad en estos días, ¡estamos viviendo la lengua y también la cultura de Irlanda!
Y no menos impresionante ha sido Dublinia, un museo vikingo en el mismo corazón de Dublín. No solo el pasado reciente ha marcado a los irlandeses, también su herencia vikinga puede verse hoy en día en su forma de vida y más claramente representada en el museo. Y hoy nos ha tocado eso, empaparnos de esta maravillosa cultura y de su música 😉
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