¡Hola desde Reino Unido!
Hoy comenzaremos nuestro viaje de vuelta por la tarde, por lo que puede decirse que ayer tuvimos nuestro último día completo por York. ¡Y fue de lo más divertido!
Nos reunimos a las 10:00 en la escuela, Melton College, y caminamos hasta el centro de la ciudad. Allí, hablamos sobre por qué York tiene un montón de esculturas de gatos en los edificios. Resulta que en 1920, el dueño de un edificio puso la escultura de un gato en la fachada, ya que en aquella época había muchas ratas, y pensó que ésto ayudaría a que no se acercaran a su edificio. Con el tiempo, esta práctica empezó a repetirse en más y más fachadas, siendo incluso considerado un amuleto para la buena suerte. A día de hoy, hay 22 gatos repartidos por las fachadas, tejados, ventanas, y puertas de York. ¡Y ayer fuimos en su busca! Hicimos el Cat Trail, una especie de gymkana en la que, por grupos y con la ayuda de un mapa, debíamos encontrar los 22 gatos «escondidos». Algunos estaban muy a la vista, pero otros eran más difíciles de encontrar.
Después, tuvimos un rato de tiempo libre para comer, ver tiendas y descansar. Ya con las energías renovadas, tocaba la siguiente actividad del día: ¡la bolera! Jugamos a los bolos divididos en cuatro grupos; la mayoría utilizamos las vallas para que la bola no se cayera por los lados, pero hubo algunas personas valientes que prefirieron jugar sin vallas. ¡Menudo nivel! Nos reímos mucho y pasamos un rato muy divertido.
Finalmente, tuvimos otro rato de tiempo libre en el centro para merendar y hacer unas últimas compras. Hubo compras de souvenirs para llevarse de vuelta a casa, y también de pequeños detalles para las host families.
Tocaba volver a casa a cenar y pasar nuestra última noche en York. ¡Qué pena nos da irnos!
Un saludo,
Carmen