Here we are again!
Aún estamos un poco cansados porque ayer tuvimos un día muy guay y genial, pero para ello tuvimos que despertarnos un poco pronto. Pero como ya habíamos dejado las cosas preparadas la noche anterior pudimos despertarnos unos minutitos más tarde.
Justo al terminar el desayuno cogimos el típico pack lunch inglés con el sándwich y demás alimentos para la comida. Hecho esto volvimos a las habitaciones para lavar los dientes, coger las mochilas y ¡poner rumbo a Londres!
El viaje se nos hizo corto porque llegamos a la zona de Greenwich, el sitio por donde pasa el meridiano cero, así que en algunos momentos estábamos en la zona horaria española y en otros en la inglesa. En esta zona de Londres pudimos ver el “skyline” del centro financiero y también el observatorio, el museo marítimo y la base naval. Todos estos edificios anteriormente eran usados por Henry VIII ya que en Greenwich Park tenía una de sus castillos y lo que ahora es el museo era antes un hospital.
Cuando terminamos de explorar esta zona pusimos rumbo al centro de Londres y ya en el camino pudimos ver algunos lugares icónicos que nos emocionaron mucho hasta el punto de aplaudir y gritar de emoción.
La primera de las paradas fue la Casa del Parlamento, desde donde pudimos ver London Eye y también el Big Ben. Cuando lleguemos a casa podéis preguntarnos a qué se le llama Ben, que seguro que os sorprende un poco. Más adelante también pudimos observar Westminster Abbey, que además ya estaba acordonado para los eventos que van a tener lugar en los próximos días.
De camino a nuestra segunda parada, Horse Guards Palace, pudimos observar dónde vive la recién nombrada Primera Ministra Británica, Lizz Truss: el número 10 de Downing Street. Una vez en las caballerizas descubrimos que el patio trastero fue el lugar donde se jugaron los
partidos de voleibol durante las últimas olimpiadas de Londres.
La siguiente parada fue un poco problemática, ya que bajamos a través de St James’ Park hacia Buckingham Palace. Toda la carretera principal estaba también con barricadas para que la gente no pudiese acceder, y en las aceras mucha gente iba con flores en dirección al palacio y en las verjas y puertas de acceso al parque había un montón de pancartas y flores colocadas. Tratamos de acercarnos lo máximo posible, pero llegó un punto en el que no pudimos avanzar más. Es una pena, pero mucha gente quiere experimentar estos momentos históricos que nos han tocado vivir aquí lo más cerca posible del
palacio.
El mal sabor de boca nos duró poco en realidad, ya que después de pasar por Trafalgar Square (que conmemora la victoria contra Francia en la guerra del mismo nombre), el British Museum y la National Art Gallery, llegamos al centro de la ciudad: Leicester Square y Piccadilly Circus. Allí pudimos descansar un poco, terminar nuestros pack lunches y ponernos manos a la obra con lo que más queríamos hacer: comprar.
Lego y M$M’s fueron las primeras y ya nos quedamos con la boca abierta viendo lo bien decoradas que están y todos los detalles que tienen. Y también todas las cosas que podíamos comprar. La siguiente parada fue para algunos en Lillywhites, una tienda de deportes que está justo en la esquina de Piccadilly y en la que pudimos encontrar camisas de todos los equipos de la Liga Inglesa y de muchos equipos europeos, además de ropa de otros deportes. El resto nos fuimos a Hamleys, una juguetería enorme, de hecho la más vieja y grande del mundo, donde nos perdimos por sus plantas. De vuelta a coger el bus pudimos parar también en Hard Rock para gastar algo más del dinero que habíamos llevado y comprar también algún recuerdo y quizás algún detalle para regalaros…
A la vuelta pudimos ver que otro de los motivos por los que Buckingham Palace estaba tan lleno era porque justo mientras estábamos nosotros por allí estaba teniendo lugar la proclamación del nuevo rey, Charles III, en St James’ Palace, que estaba en frente nuestra cuando intentamos llegar al palacio. En el teatro vimos un pequeño clip de la proclamación y también un mini resumen del legado de Elizabeth II. Después ya sí que nos pusimos a ver Jumanji un ratín, pero estábamos tan cansados que preferimos irnos a mitad de película a ducharnos y descansar.
La visita del domingo a Dover también es un viaje que hará que caigamos rendidos, así que nos viene bien descansar. Ya os contaremos qué tal nos fue por la zona más cercana a Francia de la isla.
See you!